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Viajando del jamás al qué sé yo...

lunes, 28 de marzo de 2011

Harto de vuelos bajos, despegué.
Recomponiendo el daño,
me alejé y estuvo bien.
Caminé, tan torpe y tan extraño,
tropecé, acostumbrado al caos,
disfruté, dormí sobre mis pasos
y pensé que estaba bien.
Mientras cargaba lo que perdí empecé a subir,
empecé a mirar y sentir
atrás las luces de la ciudad,
y en silencio están empujandome a este lugar.
Descubrí un camino lleno de colores.
Esta vez, aprenderé el idioma del revés,
descifraré el axioma de querer,
encontraré la forma de perder y seguir bien.
Cerraré, se irá desvaneciendo
lo que ves para encender las luces,
tocaré quemándome las manos,
seguiré y estaré bien.

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