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Viajando del jamás al qué sé yo...

miércoles, 11 de agosto de 2010

Madrugada de hielo,
alguien que se arrastra a ras de suelo,
ya debe entrar el sol
por tu ventana azul,
y yo, en el ascensor,
¡que cara, que estúpida expresión!,
menos mal que ya no estás tú...

Tengo un reloj que se para
siempre que tú de mí te separas,
y anoche se paró a las dos,
las dos nos separó a los dos.

Que ya no hay tiempo que transcurra,
ni sudor que se me escurra por tu cuerpo,
ahí donde curra mi silencio,
mis manos, mi boca, mis ganas, mis besos,
mi cabeza loca, mi tema, mis sueños,
te digo por qué..

Porque me falta el aliento,
la fuerza, la pasta, las ganas de verte,
el encanto, la salsa, la luz de mis ojos,
mi as de la manga,
tus ojitos rojos,
me faltan, me faltan...

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